Arco único.
Capitulo 10.
Huida.
Varias latas de cerveza se encontraban en el
suelo, Lander no paraba de ir aun lado a otro, llevando ropa y algunos
artículos con los que se había hecho en el transcurso de la semana. Sus maletas
abiertas estaban en la sala del departamento,
Angelo y Pedro bebían cerveza una tras otra, solo veían el vaivén nervioso
de Lander.
-
Te dieron permiso de regresar unos
días a Suiza, para que decidas con calma tu decisión. – Comentaba Pedro.
-
No se si estas mas nervioso por
que veras de nuevo a tu novia, o de ser la clave para cura contra el cáncer. –
Angelo agrego, mientras terminaba de beber otra cerveza.
-
Y ahora tengo dos perros
guardianes que no me dejaran en paz, hasta que suba al tren el día de mañana-
Lander se detuvo mientras señalo a las personas que los acompañaban en el
departamento.
Los dos hombres que bebían, sin ningún rastro
de afectación por el alcohol, se miraron uno al otro. Comenzando a reír.
-
Serias un perro muy feo.-
Argumento Pedro Costa. Señalando a Angelo Gontz.
-
Tu ni siquiera estarías vivo, ya
te hubieran sacrificado.- Respondió a Angelo al comentario de su compañero.
Lander se dejo caer al suelo, sus piernas le
dolían, la tención constante en las ultimas horas, comenzaron a tener un efecto
en el.
-
A ustedes les parece gracioso,
claro no están en una situación donde saben elegir si vivir o morir, entregarse
al lobo, como sacrifico para que el rebaño escape. – Lander con tono molesto.
-
Nadie te esta obligando a nada, te
han dado la oportunidad de pensarlo, nadie a tenido ese tiempo para elegir
sobre ser inmortal o morir tranquilo en una cama.
Pedro, camino hacia el refrigerador sacando
una botella de vino tinto, que había guardo en el momento que había llegado al
departamento.
-
Vamos hombre bebe una copa con
nosotros, yo no te morderé cuando duermas, aun que no respondo por Angelo, a el
le gustan los chicos temerosos. – Pedro sirvió tres vasos con vino en ellos.
-
Me tratas como un pervertido, eso
me ofende. -Angelo coloco su mano en el pecho, mostrando un gesto de ofendido
en su rostro.
Los tres hombres tomaron el vino de golpe. Y
dejando los vasos vacios sobre una pequeña mesa.
-
No es que seas el salvador de todo
el mundo, nadie pretenda que lo seas, solo te ofrecemos un beneficio mutuo. – Angelo
sirvió mas vino en los tres vasos. – Solo queremos ayudar un poco a la
humanidad.-
-
Claro, que beneficio, puede tener
una vida eterna, por salvar a la humanidad. Eso se le llama mutuo beneficio, no
me hagas reír.- Lander tomo de nuevo el baso de vino y lo bebió de golpe. Sus
mejillas se comenzaban a tomar un poco coloradas. – Los humanos no quieren
morir y harían lo que fuera por una oferta a si, pero convertirse en algo que
se alimenta de sangre humana, no me agrada la idea.-
-
Que siguieres entonces, ¿Que todos
se conviertan en vampiros y nos alimentemos de sangre de algún otro animal?-
Pedro bebía despacio el vino, saboreaba lentamente cada trago.
-
No.- Lander alzo la voz, sus manos
fueron a su rostro, después de respirar para tranquilizarse, retiro sus manos.-
Por que lo hacen tan complicado, si me transformo posiblemente se complete la
inmunidad contra la enfermedad, si no solo tendrían mi sangre y una posibilidad
de a completarlo, solo son posibilidades, nada esta en concreto.-
-
Ese es el punto que tiene más
posibilidades, no te pedimos lanzarte de un puente, pero piénsalo, tu luchas
por que la gente viva. Acaso no valdría la pena un sacrificio por mas vidas.-
Angelo también comenzaba a subir su voz de tono.
-
Que sencillo lo dices, todo es
entregarte por el bien mayor, no por mi bien. Es cuando se dice que tengo libre
albedrio de decisión, pero solo buscan convencerme que es lo mejor, todo a
cambio, nada para mi beneficio. Si quiero puedo ser egoísta y vivir-
Pedro tomo el hombro de Angelo, indicando que
se calmara.
-
Por eso Blake te pidió que fueras
a casa, tomo tu tiempo, y después regresa para dar tu respuesta, la cual será
respetada.- Pedro tranquilizo el ambiente entre Lander y Angerlo.
-
¿Y que pasa si no regreso?-
Pregunto Lander.
-
Posiblemente nada, esperaremos tal
vez un siglo o mas para encontrar de nuevo esta posibilidad, una entre miles.-
Se hizo el silencio, los dos hombres seguían
bebiendo, mientras el otro pensaba en las miles de alternativas para escapar o
las miles de quedarse. Dos caminos de muchas vertientes. Que era lo correcto o
que era lo correcto para el. Toda su vida y sus recuerdos pasaban ante sus
ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario