Luna de sangre
Soldado- Señor Zagif todo
está listo para la ceremonia.
Zagif - ¿También el tributo?
Soldado- Así es señor, todo
listo.
Zagif- Que se abra la cúpula
de la sede.
En la noche del 15 de abril
del año en curso 2014, se presenta el fenómeno astrológico conocido como luna
de sangre, en las antiguas civilizaciones se le temía ya que se creía que
traería desgracias y dejaría escapar a los demonios del infierno. Y tal vez no
estaban equivocados.
La sede era una capilla con
una gran cúpula retráctil, en el piso un gran pentagrama se encontraba
dibujado, rodeado de velas del color de la sangre. En medio un gran pedestal de
piedra, una joven ya hacia aprisionada en ella, y su ejecutor acercándose.
Zagif- Hermanos y Hermanas,
esta noche nuestro líder, renacerá para gobernar este mundo, llenándolo de
tinieblas y nosotros disfrutando de vida eterna.
La cúpula ya se encontraba
abierta y la luna de color rojo, se encontraba arriba de ella iluminando con su
luz el pedestal. Un monje muy anciano con túnicas de terciopelo del mismo color
de la luna, cubierto por alhajas de oro, en su mano empuñando una daga de la
más fina plata. Las invocaciones al demonio, alabanzas al señor de las
tinieblas, exclamaciones a Drácula se escuchaban en la sede.
La chica amordazada
intentaba gritar por ayuda, su ejecutor ya se encontraba a su lado, blandiendo
firmemente la daga, el pentagrama comenzaba a iluminarse con la luz de la luna,
los ojos de la joven se hicieron tan grandes como platos mientras era
brutalmente acuchillada, la sangre que su cuerpo vertía era succionada por la
roca donde esta estaba recostada.
Zagif- Regresa a nosotros o
gran maestro.
En la central de Japón todo
era un caos, Genya Arikado daba órdenes a los comandos que se encontraban al sur de
Rumania, al parecer los esfuerzos por evitar una catástrofe fueron en vano.
Comando- Señor reportamos que perdimos contacto con dos hombres y fueron
abatidos dos hombres lobo.
Arikado- Bien, si los hombres cayeron siga el procedimiento, quémelos.
Comando- Entendido, estamos por entrar a la sede.
Los segundos se hacían eternos, después de verlas imágenes ya todo había
terminado, el cuerpo mutilado de una joven ya hacía en el suelo. Y varios
fragmentos de roca esparcidos por el lugar.
Comando- Señor llegamos tarde, el ritual ha terminado y me temo decirle
que……………
Arikado- ¿Qué es lo que pasa?
Mientras la luna seguía iluminando el cielo, con un color rojizo, a lo
lejos se podía observar un acantilado y sobre este se erguía un castillo, del
cual se podía percibir la hostilidad y maldad.
Arikado- Llamen a Belmont.
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