domingo, 27 de diciembre de 2015

Enfrentamiento

Arco Único

Capítulo 4

Enfrentamiento

Una tira de humo salía de la boca de Lander, su mirada fija en el edificio que los últimos días había sido su “hogar”.  La cajetilla de cigarrillos casi bacía, había sido su compañera los últimos días, Angelo se había quedado en su laboratorio en los últimos días, y la relación con los demás médicos, aún continuaba solo en la parte profesional.

La ausencia de su pareja, y de que era hasta el momento su único “amigo”. Dejo al médico en el abismo de los pensamientos.  Esos pensamientos que solo rondan en sus casos no logrados, donde la muerte gano, donde la enfermedad que él se dedicaba atender había ganado.

Y pensar que el día de maña una persona cansada de luchar contra ella, pensaba escapar. Para Cole Lander era una forma trágica de morir. Algunos lo llaman “lo más tranquila o piadosa para las personas que ya no tienen nada pendiente en este mundo”.

-          La noche será larga y los cigarrillos son pocos.
Comenzaba a pensar en voz alta. Buscando que alguien le diera alguna respuesta o completara su idea, la noche continuaba avanzando y la soledad fue su única compañía.

Al día siguiente, el grupo de médicos estaba reunido, el extraño medicamento listo para ser administrado, tal como se lo conto Angelo, la oscuridad predominaba en el ambiente.  Los Familiares montaban guardia fuera de la habitación de la chica, que se despedía uno a uno de ellos.

Para el Oncólogo era una escena muy común, ya que no era la primera vez que asistía a las últimas horas de una persona. 

Comenzó el ir venir de los médicos, llamaron a Lander era la hora de aplicar el medicamento letal. Solo a los padres se les permitió entrar, los amigos y demás familiares ya habían entrado a despedirse. Las luces comenzaron a bajar, Angelo entro a la habitación cargando con él un contenedor oscuro, parecía una película de horror cuando el científico malvado probara su suero en alguien.

Todos los presentes se reunieron alrededor de la cama, el paciente respiraba con dificultad, al parecer tenia inicios de una crisis. Pero pronto llegaría el momento en que todo terminaría.

Blake tomo el contenido del recipiente, lo inyecto en el suero, y todo pasó tan rápidamente, el paciente se quedó dormido, Lander se acercó a tomar los signos vitales, todo estaba en calma, la persona en la cama había muerto. Se dictó la hora, se llenaron los documentos correspondientes, los familiares entraron a la habitación, mientras todos los médicos salían.

Nadie hablo todos se dirigieron hacer su próxima tarea. Parecía que todo era normal, nadie se detuvo, solo siguieron adelante, pero para Lander siempre perder un paciente era un golpe fuerte en sus sentimientos.

Camino hacia la sala de fumadores, hay estaría por varias horas, no tenía más cosas que hacer hasta la autopsia.

Los minutos parecían eternos y los cigarrillos evaporarse, había perdido la cuenta de cuantos cigarrillos más consumió desde la noche, irónico alguien que pelea contra el cáncer, se la pase fumando demasiado.

Miro el reloj, eran casi las siete de la noche, así que apresuro el paso, para ver el resultado del procedimiento y estudiar afondo las muestras que el forense  tendría.

Cuando bajo a la morgue y toco la puerta nadie abrió, solo se escuchaban ruidos dentro de la habitación, Lander decidió entrar, el sótano de la mansión había sido muy bien re modelado, y aún quedaba algo de miedo la ubicación, era un lugar bastante espacioso.
Al ingresar vio algo que lo aterro, Agu estaba mordiendo fuertemente el cuello del cadáver, la imagen se volvió borrosa por un Segundo, pero podía ver como algo de sangre caía de los labios del forense.

Lander dio la vuelta y corrió rápido hasta la salida de la clínica, aterrado, miraba hacia todos lados, aun no sabía a donde ir, a la estación de trenes, a los departamentos por sus cosas.

Sintió una mano en sus hombros, y por reacción salto, manoteo. Era Ángelo que reaparecía después de encierro.


-          Parece que viste un fantasma o más bien un demonio.

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