martes, 1 de noviembre de 2016

historia corta

Jocelyn y yo, teníamos tres años juntos. Nuestra relación nació de una forma increíble, había asistido aun concierto en el centro de la ciudad. Me había quedo atrás del cumulo de gente que coreaba al grupo que tocaba en ese momento, cuando me sentía observado.

Una bella chica de pelo rizado, color castaño, sus ojos negros, me atraparon. Nos quedamos mirando tal vez una o dos canciones, esa parte no la recuerdo bien, Ya que estaba mirando el resto de su cuerpo. Me hizo una seña, me indicaba que avanzara, y a si lo hice.

A los poco minutos los dos estamos hasta al frente de las personas. Fue difícil, me lleve algunos empujones, pero estábamos hombro a hombro coreando las canciones.

Después del concierto nos quedamos tomados de la mano, esperando a que la gente se fuera, toda una tarde mágica, platicamos, nos citamos de nuevo. Y al poco tiempo ya éramos pareja. Jocelyn y Andrés los enamorados de una historia de película a si nos conocían.

El tiempo fue pasando, y cada vez teníamos más dificultades. El poco tiempo que nos dejaban nuestros trabajos, los  ratos que podíamos pasar a solas, la intimidad fue desapareciendo prácticamente.

Muy pocas veces podíamos tener conversaciones largas que no terminaran en una discusión, la relación lastimaba más y más.

Entonces ella me pidió que intentáramos una actividad juntos. Yo por querer rescatar ese sentimiento que aun tenia, acepte. A si que vimos muchas opciones de actividades juntos, ya se por horarios o costos ninguna le satisfacía, hasta que encontramos las clases de baile de salón.

Era extraño por que en las fiestas bailábamos poco, entonces una actividad a si, no sabia cuanto duraríamos, pero la veía entusiasmada y al estar buscando no nos reuníamos mas, algo nuevamente nos acercaba.

Iniciamos las clases, dos veces por semana y duraría tres meses, entre los bailes que aprenderíamos vals, cha cha-cha, quick step, Foxtrot y tango. Nos comentaron cuando nos inscribimos que serian pasos sencillos y no muy complicados, y que muchas parejas lo tomaban, ya sea para recuperar la chispa o por que querían bailar algo interesante en su boda.

Llego la primer clase, los dos nos presentamos puntuales a ella, fue bueno pasar un rato sin pelear y a su lado. Llego la siguiente clase, esta vez ella no llego, a si que un profesor fue mi pareja, no era muy atractivo que otro hombre me dirigiera en el baile.

Llame a Jocelyn, su explicación que tenía mucho trabajo. Claro que yo también lo tenia, pero era mi esfuerzo para algo que elegimos. Una clase  y otra vez me habían dejado plantado. Estaba más que molesto, no le hice ninguna llamada y ella tampoco se molesto en hacerme una.


Espere que llegara la tercer clase y ella no apareció, pensaba dejar la clase cuando uno de los profesores e acerco, para llevarme con una persona que tampoco había llegado su pareja. Mi enojo se esfumo, era una chica hermosa, su piel trigueña, su cabello castaño, pero sus ojos de un verde intenso me atrapo.

Comenzamos la clase y la practica, le pregunte su nombre. Daniela con voz suave que apenas con esfuerzos escuche. La platica continua, su pareja era su hermano que estaba apunto de casarse y como sorpresa para su mujer estaba tomando clases. Pero al parecer fue descubierto y la mujer acompañaba ahora a su próximo marido.

Ella no quiso desperdiciar el curso que su hermano ya había pagado a si que siguió tomando las clases. Me pregunto mi historia, yo solo dije que fui abandonado en el intento de sobrevivir aun naufragio. Daniela se rio mucho. Y mi estado de ánimo cambio.

Las clases siguieron y Jocelyn jamás apareció en ellas, ya no tenia esperanza, solo deja algunos mensajes de voz en su línea telefónica, sin ninguna respuesta. Me importaba poco, ya que me la estaba pasando muy bien en la clase. Tenía tiempo que no me divertía a si.

Un día terminando la clase invite a Daniela a cenar, moría de hambre ya que por trabajo muy poco pude comer. Ella me llevo a un puesto de tacos cercana, ya que vivía muy cerca del estudio de baile. Siempre pasan cosas graciosas que uno no espera. Un puesto de tacos en la primera cita. Así lo pensamos.

Jocelyn se presento en mi casa a una semana de terminar el curso, me contó  todo lo que le paso, un asenso en su trabajo, mucho mas trabajo pero estaba contenta. Yo solo escuche, solo pensaba en que quería que llegara la siguiente clase. Entonces la interrumpí y le pedí terminar. Se molesto, lloro y al final acepto. Pasaron algunas horas para que se fuera a su casa.

Me sentía liberado de cierta manera, pensar en una relación que no avanzaba y me desgastaba. Cuando llego las ultimas clases, aprendíamos los pasos de tango, me sentía nervioso con Daniela, esos paso eran muy sugestivos, pero a ella no parecía incomodarla.

Era la canción de Roxan de la película Moulin Rouge,  los paso eran mas complicados, pero los intentamos hacer lo mejor que podíamos, cuando por error casi caímos, entonces pude sostenerla y quede frente a frente a ella. Paso lo inevitable o eso creo, nos besamos.

Tal vez fue el momento, la música, o por que aun estaba dolido por toda mi relación anterior. Pero lo disfrute y al parecer ella también, hasta que nos dijo el profesor que si podíamos esperar a que terminara la clase. Nos incorporamos y separamos, ambos sonrojados.

Y así inicio un nuevo romance, de la forma mas inesperada y extraña, como de película nuevamente.