La verdad tras el tesoro
Aquel corazón que pierde su brillo,
Por el dolor del amor perdido.
De aquel amor no correspondido,
Lleno de sollozos y dolor no comprendido.
Corazón abatido que busca la redención,
Ocultándose en los cofres de las perlas,
Usando al dragón que las proteja.
Puliendo su encanto y guardando su brillo,
Aquel corazón marchito,
Renueva su encanto y su atractivo.
Guarda su miedo y su angustia,
En aquel cofre en el olvido,
Para algún día dejar escapar al dragón,
Quien oculto el camino,
Lanzando el mapa esperando,
Aquel individuo que libere al guardián.
Dejando libre aquel camino,
Aquel corazón escondido.
Lleno de amor sincero,
Limpio y sin prejuicios.
lunes, 20 de agosto de 2012
lunes, 13 de agosto de 2012
Sin titulo
Sin titulo
Aquella tarde de matices grises iluminadas finamente por destellos de colores blancos cruzando el cielo. Anunciaba una tormenta que iniciaba con una suave llovizna, que al parecer alteraba a las personas puesto que corrían despavoridas para guardes erce de la inevitable tromba. En mi caso el agotamiento que sentía por mi día en la facultad, el fenómeno natural que acontecía me refrescaba y llenaba de energía, ese frio celante recorría mis mejillas y manos al bajar de aquel autobús donde viajaba esa tarde.
Comencé a caminar al principio un poco lento pero quise evitar mojarme, para no presentar un refriado mas tarde, salí de la estación del autobús y mi recorrido inicio por aquel corredor de pequeñas y lujosas tiendas. Esas tiendas que los compradores comunes no tienen alguna oportunidad de conseguir algo, ya que solo trabajan para la gente acaudalada y rica de este tiempo, es normal ver algún actor o modelo salir de estas tiendas, con algo estrafalario que llame la atención de todo el mundo.
La gente normalmente se arremolina en los escaparates para poder ver algún artículo o simplemente para buscar tal vez algún famoso al que puedan atrapar para pedir algún autógrafo. Pero con aquella amenaza de pequeña tormenta el lugar prácticamente estaba vacío, a si que mi recorrido era placentero y bastante rápido. Pero algo curioso pasó saliendo de una tienda algo lúgubre a mi parecer en su adornado una joven o joven salió de aquel lugar.
No sabría identificar su genero ya que sus facciones eran tan finas y embelesan tés la modelo mas popular envidiaría, pero por su porte y aparente gallardía sin duda indicaría que es un caballero. La anatomía era algo básico para mí ya que mi carrera la usa todo el tiempo. Su atuendo tampoco me ayudaba, un color verde que diría que esta disfrazado de un elfo de historia épica, una boina que hacia juego con tal atuendo, pantalón ajustado y una blusa que en cuello se podía ver un gran holán. Afeminado o asexuado no tengo palabras para describirlo. No presta mas atención pero parece que el que era un bicho raro en ese momento era yo caminando por la lluvia, pude ver sus ojos parecían focos blancos solo por un tono azulado que parecía dar la ilusión de la forma de un ojo.
Paralizante es como la puedo definir ya que mi andar se detuvo en seco. Aquella angelical especie realizo tan finos movimientos para iniciar su caminata que no pude reaccionar hasta que lo tenía justa a mi lado. Tal vez fue mí activa imaginación o realmente estaba ya perturbado por tal presencia que escuche un susurro “Que has podido ver, el cielo o el infierno”, que con el sonido de la lluvia se perdía en aquel anochecer.
No supe como llegue a casa ni cuanto estuve detenido en aquel sitio, fueron minutos o tal vez horas, solo pude comer algo y darme una buena ducha para entrar de nuevo en mis cabales. Deje de pensar en calle frase y decidí a poner manos a la obra ya que tenia que escribir un informe para el día de mañana de los virus mas comunes del refriado…………. “Que has podido ver, el cielo o el infierno”
Aquella tarde de matices grises iluminadas finamente por destellos de colores blancos cruzando el cielo. Anunciaba una tormenta que iniciaba con una suave llovizna, que al parecer alteraba a las personas puesto que corrían despavoridas para guardes erce de la inevitable tromba. En mi caso el agotamiento que sentía por mi día en la facultad, el fenómeno natural que acontecía me refrescaba y llenaba de energía, ese frio celante recorría mis mejillas y manos al bajar de aquel autobús donde viajaba esa tarde.
Comencé a caminar al principio un poco lento pero quise evitar mojarme, para no presentar un refriado mas tarde, salí de la estación del autobús y mi recorrido inicio por aquel corredor de pequeñas y lujosas tiendas. Esas tiendas que los compradores comunes no tienen alguna oportunidad de conseguir algo, ya que solo trabajan para la gente acaudalada y rica de este tiempo, es normal ver algún actor o modelo salir de estas tiendas, con algo estrafalario que llame la atención de todo el mundo.
La gente normalmente se arremolina en los escaparates para poder ver algún artículo o simplemente para buscar tal vez algún famoso al que puedan atrapar para pedir algún autógrafo. Pero con aquella amenaza de pequeña tormenta el lugar prácticamente estaba vacío, a si que mi recorrido era placentero y bastante rápido. Pero algo curioso pasó saliendo de una tienda algo lúgubre a mi parecer en su adornado una joven o joven salió de aquel lugar.
No sabría identificar su genero ya que sus facciones eran tan finas y embelesan tés la modelo mas popular envidiaría, pero por su porte y aparente gallardía sin duda indicaría que es un caballero. La anatomía era algo básico para mí ya que mi carrera la usa todo el tiempo. Su atuendo tampoco me ayudaba, un color verde que diría que esta disfrazado de un elfo de historia épica, una boina que hacia juego con tal atuendo, pantalón ajustado y una blusa que en cuello se podía ver un gran holán. Afeminado o asexuado no tengo palabras para describirlo. No presta mas atención pero parece que el que era un bicho raro en ese momento era yo caminando por la lluvia, pude ver sus ojos parecían focos blancos solo por un tono azulado que parecía dar la ilusión de la forma de un ojo.
Paralizante es como la puedo definir ya que mi andar se detuvo en seco. Aquella angelical especie realizo tan finos movimientos para iniciar su caminata que no pude reaccionar hasta que lo tenía justa a mi lado. Tal vez fue mí activa imaginación o realmente estaba ya perturbado por tal presencia que escuche un susurro “Que has podido ver, el cielo o el infierno”, que con el sonido de la lluvia se perdía en aquel anochecer.
No supe como llegue a casa ni cuanto estuve detenido en aquel sitio, fueron minutos o tal vez horas, solo pude comer algo y darme una buena ducha para entrar de nuevo en mis cabales. Deje de pensar en calle frase y decidí a poner manos a la obra ya que tenia que escribir un informe para el día de mañana de los virus mas comunes del refriado…………. “Que has podido ver, el cielo o el infierno”
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